Una flecha que apunta al espacio azul

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El año 2017 está conociendo una primavera temprana: Sakura (flor de cerezo, en la lengua de Japón, uno de los iconos más emblemáticos de su cultura) ya ha florecido en las librerías del mundo hispanohablante.

¿Se escribe “ukiyo e”, “ukiyo-e”, “ukiyóe” o bien “ukiyoe”?, se escribe “el tanka” o “la tanka”?, “¿tempura” o “tenpura”?, ¿”Shintō” o “sintoísmo”? ¿Qué hay detrás de esos términos japoneses y de 3.400 más que evocan el misterio de la cultura japonesa?

La respuesta está en el nuevo Sakura. Diccionario de cultura japonesa (Satori Ediciones), una herramienta tan necesaria para el profesional o aficionado a temas japoneses como puede serlo la piedra de amolar para un afilador.

Desde esta plataforma agradezco el firme trabajo de los otros tres coautores (James, Ana y Hiroto) de la obra, el apoyo de Satori Ediciones y la colaboración de las decenas de informantes (sus nombres, en la Introducción del diccionario), todos los cuales hicieron posible el nacimiento de este libro.

Cuatro rasgos sobresalientes de este diccionario trilingüe (español-japonés-inglés): es obra de consenso de más de 200 especialistas en asuntos japoneses, posee rigor académico, constituye la primera obra en su género (tanto en lengua española o en inglesa) y posee una variedad y amenidad, sorprendentes en un diccionario, pues se cubren en él hasta 40 ámbitos temáticos (desde el manga a la cocina, pasando por el arte, la jardinería, los peinados, el budismo y las artes marciales): un exuberante bosque cada uno de cuyos árboles —los japonesismos— aparece sucintamente definido y, en muchos casos, atractivamente ilustrado.

El diccionario Sakura sin duda contiene errores e incoherencias inadvertidas. Es el riesgo de apostar, editores y autores, por un libro tan ambicioso. Ambicioso por el amplio consenso en las decisiones tomadas, por la variada ortotipografía, por los criterios de selección lexicográfica adoptados, por la riqueza de las fuentes consultadas.

«Hay quien entiende la aventura de escribir  un libro como un acto de vanidad, pero yo estoy convencida de que se trata más bien de un ejercicio de modestia, ya que nos recuerda que la perfección no es de este mundo». La frase de María Teresa Pérez, otra de las colaboradoras de Sakura desde el lejano Montreal, encaja bien con la finalidad de este diccionario: una flecha lanzada al espacio azul la cual, a pesar de sus limitaciones, apunta a la perfección y al servicio de todos los amantes de la cultura japonesa.

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Angeles dice:

    Una gozada. Gracias, como siempre Carlos.

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