Una poesía de la piel

“Basta tener piel para poder componer un buen haiku. Y si todos ustedes tienen piel, están en el lugar correcto, para esta tarde del caluroso mes de junio madrileño, salir de este taller, pasadas cuatro horas, habiendo dibujado un hermoso haiku”.

Con estas palabras principié ante 25 participantes el taller de haiku del 19 de junio de 2017 en el Círculo de Bellas Artes, una actividad organizada por la Universidad Carlos III, gracias a la diligencia de la profesora Yuko Morimoto, dentro de la semana titulada “Japón con los cinco sentidos”. Un buen reportaje de la misma escrito por María Jesús López Beltrán se ofrece en https://japanseye.com/2017/06/26/japon-a-traves-de-los-cinco-sentidos/

“El haiku es un arte ascético, un ascetismo artístico” dijo R.H. Blyth. Poesía de sensación, del aquí y del ahora, a lo que no es nada ajeno el budismo zen, el haiku es la exportación cultural japonesa de más éxito desde que su pasmosa belleza-trivialidad fuera descubierta por los poetas simbolistas de Europa allá por el siglo XIX. Desde entonces, el ejército de sus cultivadores en todo el mundo no ha dejado de crecer. Dos preguntas para ti:

¿Quieres escribir un haiku? Muy fácil. Hacen falta tres cosas:

1) Diecisiete sílabas distribuidas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas cada uno.

2) La presencia de una palabra alusiva al momento del año en que lo escribes (por ejemplo, “calor”, “julio”, “una rana”).

3) Un corte interno en forma de punto y coma, dos puntos o punto y seguido.

Son los tres requisitos formales de un haiku japonés. Si no los cumple, se quedará en “jaiku”, que podrá ser muy bueno.

¿Quieres escribir un buen haiku?

  • Dótalo de una comparación interna que conecte al lector o al autor con el absoluto.
  • Desnúdalo de belleza, verdad, emoción, intelectualidad. No te preocupe caer en la trivialidad.
  • Usa el lenguaje y el alma de los niños (lo más difícil).

¿Un modelo? Este haiku inmortal de Matsu Basho:

Un viejo estanque./ Al saltar una rana,/ruido del agua.

En español tenemos la suerte de contar con dos grandes especialista en haiku: los maestros Fernando Rodríguez-Izquierdo y Vicente Haya. En la introducción a mi El pájaro y la flor (Alianza, 2011) hago un repaso en treinta páginas a la tradición poética japonesa y al lugar que en ella ocupa el haiku, el bonsái de la literatura.

pájaro

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Kuremeru San dice:

    Sentir un haiku.
    Empapado en sudor
    brisa nipona.

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  2. Ana Ines dice:

    Necesito comunicarme con Ud.
    Saluda desde Argentina
    Ana Ines

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